El 4 de febrero fui a la sala Heineken, y los primeros en salir a tocar fueron Oh Violet!, el grupo madrileño formado por Darío, Pilar y Jesús, y que antes se hacían llamar Allison Falling. Citan entre sus influencias los 90, especialmente Los Piratas, Radiohead o Los Planetas, aunque también los Beatles, REM y The Cure.
Y luego ya actuaron Klaus & Kinski, el grupo murciano que el año pasado dio el salto a la primera linea del pop nacional, y que ahora ya está a punto de editar su segundo disco que va a tener el estupendo nombre "Tierra, trágalos". Interpretaron cuatro temas de este nuevo disco, ‘Ya estaba así cuando llegué’, ‘Brilla como una estrella’, un tema pop un tanto optimista, ‘Mamá, no quiero ir al colegio’ (porque me voy a morir), y ‘Eres un sinvergüenza’.
Como nos tienen habituados sonaron estupendamente, y Marina nos volvió a dejar unas cuantas perlas entre canción y canción, como la historia de un intento frustrado de robo de cuadro en un garito de Madrid hace unos meses, un homenaje a la cantante de Los Punsetes por no bailar sobre el escenario o un recuerdo a alguien que la llamó “gorda y fea” en internet, y que luego ella vio en su perfil de Last.FM para comprobar que él estaba peor. Una vez mas, geniales.
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