Selva Negra (VIII): Gengenbach

Después de comer me pase por Engelgasse, unas preciosas callejuelas en el casco antiguo de la ciudad, donde sus casas con vigas de madera y un montón de flores irradian alegría. Allí está la Narrenbrunnen, la fuente del loco, que representa los principales actores del Fasend, la fiesta tradicional de Gengenbach.


De ahí hasta la abadía Benediktiner-Reichsabtei que tiene espacioso claustro. Fue construida alrededor de 725 dC, pero por desgracia no queda nada de los edificios del convento medieval. El edificio barroco fue construido por el maestro Franz Beer.


Y la iglesia St. Marien que destaca por su barroca que se puede ver desde todas las direcciones ya que es la construcción mas alta de la localidad. Después de que la ciudad fue destruida en 1689 se reconstruyo la iglesia en estilo barroca radiante, que desgraciadamente fue totalmente eliminado durante la renovación de 1896. Me llamó mucho la atención las placas en recuerdo a los fallecidos en las guerras mundiales, que luego vi en mas sitios.


Seguí paseando subiendo a una colina donde se puede disfrutar de una preciosa vista de la ciudad, y cuando el día está despejado unas amplias vista del valle de Rhin.


Las laderas de la colina están cubiertas de viñedos, y en lo alto la Berglekapelle dedicada a St. Jakobus que fue construida en 1681.


La capilla marca una de las etapas de la peregrinación del Camino de Santiago desde la Selva Negra a España.


Al bajar cené un Flammenkuchen, que es una especie de pizza de masa fina pero con nata, cebolla y tocino ahumado, y que es típica de la gastronomía de Alsacia, el Palatinado y Baden.