lunes, septiembre 14, 2009

Selva Negra (III): Heidelberg

Seguí junto al río hasta llegar las Marstall (establos) que es uno de los edificios mas antiguos que se conservan de Heidelberg, posiblemente desde la Edad Media. Bajo el reinado de Luis V se convirtió en armería, para ser usada en los conflictos bélicos. Hoy en día es un complejo perteneciente a la universidad, donde se encuentran diversas oficinas y una cafetería. En su patio me quedé descansando un rato, tumbado en la hierba bajo los arboles.


Se encuentra junto al río Neckar que nace en Schwenningen, muy cerca de las fuentes del Danubio, y tras recorrer 367 km desemboca en el río Rin a la altura de Mannheim. El nombre Neckar proviene -vía Nicarus y Neccarus- de la palabra celta Nikros, que significa agua brava.


Lo cruza el Alte Brücke, aunque en realidad se llama Karl-Theodor-Brücke por el príncipe elector que lo construyó antes de 1786, pero casi nadie lo llama así. En este lugar han habido varios puentes desde 1248, y a lo largo de su historia, el puente ha sido reconstruido nueve veces, la última vez en 1788.


El puente viejo cuenta con la puerta medieval, parte de las antiguas murallas. En una casa junto al puente se pueden ver los niveles que ha alcanzado el rió en las múltiples crecidas que ha sufrido Heidelberg a lo largo de la historia.


Cruzando a la otra orilla del río se puede subir hasta el Philosophenweg ("paseo de los filósofos") desde donde se puede disfrutar de una inolvidable visión de la ciudad. Toma su nombre del hecho de que los filósofos y profesores universitarios se dirigían allí para pasear y reflexionar, aunque no se como podían hacerlo, porque yo llegué casi sin aire.


Y paseando y disfrutando de los bellos rincones que ofrece Heidelberg terminé el día.

4 comentarios:

Unknown dijo...

coñó!! la crecida del 1784 fue la más bestia!!!!!

Masmi dijo...

Brutal! Menos mal que la ciudad está en cuesta, porque el agua subió una barbaridad.

Conxa dijo...

El establo, igualico,igualico que el de mi abuelo jejeje

El paisaje es idilico.
Iba decir lo mismo que Fanma de las crecidas...

Igual los pensadores del momento ejercitaban mas que tu el arte de caminar y escalar y cosas de esas...

Masmi dijo...

Es igual?? jejeje
Los paisajes que rodean a Heidelberg son increíbles.
Pues si que debían estar en forma, porque no veas que cuestas hay que subir hasta llegar al paseo :-D