jueves, noviembre 05, 2009

Selva Negra (XXI): Freudenstadt

Después me volví a subir en el tren para ir a Freudenstadt, que significa literalmente la ciudad de la alegría, que se encuentra en una meseta en el extremo oriental de la Selva Negra entre 591 y 968 metros de altura, rodeada de bosques de abetos y pinos. Lo primero que hice fue buscar alojamiento, y me quedé en una casa particular que se encontraba en un bosque a las afueras. La ciudad fue creada por el Duque de Wurttemberg en 1601 como lugar de descanso.


Freudenstadt tiene la plaza mayor mas grande de Alemania, que mide 219x216 metros, y está completamente rodeada de arcadas. Esta dimensión se debe al proyecto de edificar en el centro de la nueva ciudad un palacio residencial que habría sido mas grande que el palacio residencial de Stuttgart. La plaza es tan grande que tiene algunos edificios en su interior y la cruzan dos carreteras de mucho tráfico, que hace que se pierda la imagen de plaza.


Las arcadas de la plaza recuerdan los modelos italianos del arquitecto de la ciudad, Heinrich Schickhardt. Dos fuentes embellecen la parte superior de la plaza, la fuente del ayuntamiento de 1780 con la estatua del Duque de Wurttemberg Carl Eugen, y la fuente de Neptuno de 1763.


La parte inferior de la plaza fue remodelada en 1999 con motivo del cuatrocentésimo aniversario de la ciudad. 50 fuentes lanzan agua en una gran superficie, y ese día hacia mucho calor y allí estaban un montón de niños jugando y refrescándose. En una esquina está la casa "Zum güldenen Barben", que fue la primera que se construyo, y en la que comenzó el devastador incendio de 1632.


Allí está también la Stadtkirche que fue abierta en 1608. Lo primero que llama la atención es la mezcla de estilos. El arquitecto Schickhardt tenía la orden de construir una iglesia que no fuera solamente renacentista, sino que también fuera expresión de la historia medieval de la casa de Wurttemberg. El interior presenta hoy en día, después de la destrucción de la guerra, una imagen mas bien sobria. Afortunadamente se conservaron las piezas medievales que el Duque Federico había hecho llevar de los monasterios de Wurttemberg.


Que quedé a cenar en la plaza, en una estupenda cervecería, Turm-Bräu Freudenstädter Brauhaus an Markt, que tiene un patio genial para tomar unas buenas cervezas a la fresca.

5 comentarios:

marisa dijo...

¡qué bueno! aquí a falta de piscinas, cualquier fuente es válida, no? y es que vaya tiempo que te hizo. ¡ójala! tengamos la misma suerte este verano

Conxa dijo...

me encanta!! creo que es el pueblo que más me gusta de los que has mostrado.

¿te alojaste en esa casa?? jolinnnn

¿ves, más ranas?

Precioso, y las terrazas, y las fuentes, y las flores y el verde..... me gustaaaa

Masmi dijo...

Marisa: si que me hizo un tiempo estupendo. Seguro que a vosotros os pasa lo mismo!!
Hacía tanta calor que aprovechaban cualquier corro de agua para refrescarse, jejeje

Conxa: es muy bonito!!!!, y se respiraba alegría como dice su nombre :-)
En esa casa me alojé!! Estaba en un paraje chulisimo.

Unknown dijo...

Te das cuenta? mañanas cultura, tardes cerveza.

Masmi dijo...

La combinación perfecta! Además ese día fue por partida doble. Cultura y cerveza por la mañana y cultura y cerveza por la tarde ;-)