El día siguiente viajé al norte, de nuevo al Kinzigtal en el corazón de la Selva Negra, en el trayecto mas complicado de estos días, pero que fue perfectamente gracias a la eficacia de los transportes alemanes. Primero cogí un tren hasta Elzach, ahí un autobús hasta Haslach, y ahí otro tren hasta Schiltach, que mantiene la imagen de las antiguas ciudades con casas de entramados de madera.
La plaza del mercado es el corazón de Schiltach, y se mantiene sin cambios en su forma actual desde el último gran incendio que asoló la ciudad en 1791. Allí están el Museo Am Markt y el Apothekemuseum que son muy interesantes. La Stadtbrunnen (fuente del pueblo) fue mencionada ya en el siglo XV y fue restaurada en 1750. Un león sentado con el escudo de la ciudad la corona.
Estuve dando un paseo por el casco antiguo de Schiltach, que siempre ha sido llamado "Städle", y que está ubicado en el Schlossberg e incrustado dentro del triángulo que forman la unión de los ríos Schiltach y Kinzig. El Schenkenzeller Straße era originalmente la calle principal que iba a través del casco antiguo donde se pueden ver lo típicos edificios de madera del siglo XVI.
El Gerberviertel (barrio de curtidores) es la parte más antigua de Schiltach y siempre ha estado fuera de los muros de la ciudad. La casas señoriales de madera fueron construidas por los curtidores que llevaban a cabo sus trabajos manuales tradicionales en la orilla del agua.
La ciudad tuvo una importante industria maderera, y se conservan unas instalaciones para mostrar como, utilizando la energía del río, se movía la maquinaria para procesar la madera. El "Kirchensäge" (iglesia aserradero) que más tarde se conocería como Schüttersäge estuvo en activo a partir de 1491 hasta 1931, y tiene una rueda de un diámetro de 7.20 metros.
Durante los siglos XVIII y XIX Schiltach tuvo el monopolio del transporte de la madera de los arboles que se cortaban en los bosques de la Selva Negra hasta Estrasburgo. Los troncos se deslizaban por las laderas de las montañas hasta el río, donde se construían con ellos unas largas barcas de hasta 200 metros de longitud, a esta técnica se le llamaba Flößerei. Así emprendían un largo viaje bajando por el Kinzig hasta el Rin, y por él hasta los Países Bajos donde se vendía la madera. A principio del siglo XX se realizó el ultimo viaje y ahora se ha recuperado como un acto festivo.
Sentado junto al rio Schiltach me llamó la atencion como un chaval bajaba por el río en un bote hinchable, y luego descubrí que iba hasta donde se junta con el Kinzig para darse un baño con sus amigos.
El noir con sabor a fresa de Desire encandila a Barcelona
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Desde 2011 ha sido imposible referirse al tipo de synth-pop nocturno que
imagina largos viajes en coche y paisajes de luces de neón sin mencionar la
pala...
Hace 17 minutos
8 comentarios:
¡qué bonito,parece un decorado!
Un pueblo precioso, y con una tranquilidad!!!
que chulo está!!!
Me asombras.."un tren,un bus,otro tren......" ah no!!! que este viaje ha sido más largo.Imagino que los recorridos del tren tendrías tambien un paisaje precioso..
Tienes razón los recorridos en el tren eran una pasada, pasando entre montañas y valles llenos de vegetación. Y el trozo en autobús de este día también estuvo muy bien.
Para el recorrido de este día me tuve que tomar un buen rato de planificación y consulta de horarios, jejeje
Este pueblo es idilico total....Marisa acaba d eencontrar una web de casitas por la zona que flipas!!
Este pueblo es precioso. Seguro que por los bosques de alrededor han de haber unas casas alucinantes.
hay una oferta tremenda, no sabemos donde escogerrrrrrrrr :S
Si si, el catálogo es grandísimo, hay muchas casas donde elegir. Si queréis que veamos algo me lo decís, pero ya estáis viendo los pueblos que os ayudará a elegir la zona.
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