Barcelona (IX)

En la misma manzana que la Casa Batlló, llamada l'Illa de la Discòrdia (la manzana de la discordia), se encuentra la Casa Lleó Morera, un proyecto del año 1902 del arquitecto Lluís Domènech i Montaner. Una magnifica obra modernista que algunos califican como el Palau de la Música en minuatura.


Y también la Casa Amatller, que fue un encargo del chocolatero Antoni Amatller a Josep Puig, que ideó una forma de palacio gótico urbano, con una fachada plana, un patio central y una escalera que da acceso a las habitaciones principales. El vestíbulo estaba pensado para la entrada de carruajes y tiene ornamentación de lámparas y vitrales. Desde 1960 es sede del Institut Amatller d'Art Hispànic, fundación creada por los descendientes de Antoni Amatller.


En la Avinguda Diagonal se encuentra la Casa de les Punxes (pinchos) o Casa Terrades diseñada por Josep Puig i Cadafalch como un edificio de aspecto medieval, con elementos que recuerdan al gótico europeo. Se construyó en 1905 por encargo de las hermanas Terrades. Su principal característica son sus seis torres, coronadas por sendas agujas de forma cónica, que dan el nombre popular a la casa.


En el carrer Mallorca está el Palau Montaner, proyecto diseñado en 1889 por Josep Domènech i Estapà. Pero cuando ya se habían acabado la planta y dos pisos surgieron desavenencias con el propietario y se rompió el contrato. Finalizó las obras Lluís Domènech i Montaner. Toda la parte superior del edificio está decorada con grandes lienzos de mosaico vidriado.


En el carrer d'Aragó está el Mercat de la Concepció, el mercado mas antiguo del Eixample, que se construyo en 1888 obra del arquitecto Antoni Rovira i Trias.


En el Passatge Permanyer, entre Pau Claris y Roger de Lluria, se puede apreciar parcialmente el proyecto original de Cerdá para el Eixample, que sólo se conserva en alguna de las manzanas mas antiguas. Hay casas bajas postrománticas con jardincillos, en el pasaje que divide longitudinalmente la manzana.


Otra de las ideas originales era que el patio interior de les Illes de l'Eixample fueran zonas de descanso y esparcimiento. Se está fomentando reconstruir la idea original y cada vez hay más jardincillos en el interior de las manzanas, como los Jardins de la Torre de les Aigües, a los que se accede por la calle Roger de Llúria.