Barcelona (VI)

Llegué hasta el puerto, al Moll de la Fusta, una de la reformas mas importantes que se hicieron en Barcelona el año 1992, con motivo de los juegos olímpicos y que abrieron la ciudad al mar. Allí se encuentra la escultura "Cabeza de Barcelona" del artista pop Roy Lichtenstein, una cara de 17 metros de altura hecha con hormigón y decorada con cerámica de colores.


Seguí por el Passeig de Colom, un paseo muy bonito con sus palmeras junto al mar, y los puentes rojos sobre la Ronda Litoral, inspirados en los de Arlés, pintado por Van Gogh.


Al final del paseo, en la confluencia con las Ramblas, se encuentra el monumento a Colón. Fue construido como punto culminante de las obras de mejora del litoral de Barcelona, hechas con motivo de la Exposición Universal de Barcelona de 1888, inaugurado el 1 de junio de 1888. La estatua de Colón de siete metros tiene el brazo extendido apuntando al mar, y está sobre una columna de hierro, siendo la altura total del conjunto de 60 metros.


Desde el puerto, al fondo se ve la montaña de Montjuïc, y las torres del teleférico que permiten subir desde el puerto a la montaña.


La Rambla de Mar es un singular paseo sobre el agua que se sostiene sobre ella gracias a unos modernos brazos de hierro, y que va desde el Portal de la Pau hasta al muelle de Espanya, donde está el centro comercial Maremagnum, el IMAX y el Aquàrium.


Junto al puerto están las Atarazanas Reales, un edificio civil gótico se comenzó a construir a finales del siglo XIII, durante el reinado de Pedro III de Aragón. Desde su origen se destinaron a la construcción de las galeras de la flota de la Corona de Aragón, y ahora es la sede del Museo Marítimo de Barcelona. Allí vi esta réplica del Ictíneo I, una nave submarina diseñada en 1858 por Narciso Monturiol.


De ahí me fui a la Barceloneta, barrio marinero construido durante el siglo XVIII para dar vivienda a los habitantes del barrio de La Ribera que habían perdido sus casas, mandadas demoler por Felipe V para construir la Ciudadela. Allí vi la placa donde se hizo la primera fotografía de España y junto a la iglesia de Sant Miquel del Port la casa donde vivió Fernando de Lessers cuando fue Cónsul de Francia, y que fue el autor de los proyectos de los canales de Suez y Panamá.


La Barceloneta me recordó a los poblados marítimos de Valencia, como el Cabanyal o la Malvarrosa, por sus calles estrechas y perfectamente alineadas.