Barcelona (III)

Luego pasé por el mercado La Boqueria o Mercat de Sant Josep, extraordinario tanto por el edificio como por su contenido, con una gran variedad de productos caseros y exóticos de gran colorido.


Junto a él, en la Rambla hay unos preciosos edificios modernistas y en el suelo un mosaico diseñado por Miró, sobre el que pasa todo el mundo sin reparar en él.


Allí también está el Gran Teatro del Liceo, el teatro en activo más antiguo y prestigioso de la ciudad, y uno de los mas prestigios teatros de ópera del mundo. El año 1994 sufrió un incendio que lo destruyó completamente, inaugurándose de nuevo tras las obras de reconstrucción en 1999.


Llegué al final de la Rambla y allí vi la estatua de Colón, el Centre d'Art Santa Mònica y una de las torres del teleférico que sube a Montjuïc.


Al final de la Rambla también, junto al Museo de Cera está el café del Bosc de les Fades. Fui por recomendación de Miracle, y me gustó mucho. Tiene una decoración muy bonita que recrea un bosque de hadas.


En las Ramblas hay multitud de artistas callejeros, sobre todo estatuas vivientes, pero a mi la verdad no me van mucho. La que si que me gustó fue esta, una marioneta de un guitarrista de rock, por su simpleza y por lo divertida que era.


Continué mi paseo por la Avinguda de les Darssenes hasta llegar al carrer de Sant Pau, donde está el monasterio de Sant Pau del Camp, un antiguo monasterio benedictino que es uno de los edificios románicos mejor conservados de la ciudad.


Y de ahí hasta el Paralelo, donde vi la estatua de La Violetera, que recuerda a Raquel Meller, una de las estrellas de la epoca del cuplé, el edificio del Teatro Apolo, y tres chimeneas que son de la antigua y primera planta de producción eléctrica de Barcelona, la Fecsa del Paralelo.