Luego actuaron Soy un Caballo, dúo belga de pop-folk acariciante, onírico, perezoso y rociado de bossa nova, formado por Aurélie Muller y Thomas Van Cottom, que ha publicado su álbum de debut "Les heures de raison", mezclado en Londres por Sean O'Hagan (The High Llamas) y con colaboradores como el mismísimo Bonnie "Prince" Billy.
Pop afrancesado de escuela la Stereolab y la parte más amable del sonido Tortoise, con bases electrónicas y embaucadores coros femeninos, una brisa melódica de incuestionable calidad y perfectos acabados, temas elegantes y sofisticados.
Luego ya en el patio vi la actuación de Lucas 15, el proyecto de recuperación de canciones del folk asturiano en clave de rock de Nacho Vegas y Xel Pereda, que en esta ocasión actuaron los dos solos en formato acústico.
Y luego el incomparable e incombustible Malcom Scarpa. Es la excepción de la música como negocio, con un marcado sello propio, siempre ajeno a modas, normas de marketing, normas sociales, ensayos, siempre a su aire, comprometido únicamente con el arte. Es el eterno desconocido para el gran público. 24 años de carrera musical, 11 discos publicados (pop, blues, bandas sonoras) con inigualable sabor a Ray Davies, Brian Wilson, Django Reinhardt...
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4 comentarios:
Del cantante Soy un caballo podrìas imitar su vestimenta un poco para salir del color negro; ese pantalòn estoy segura que ùnico en el mundo!
Jajaja, siii, único e inigualable.
No se, demasiado blanco para mi, habría que buscar algo intermedio ;-D
Besazos
Stereolab me gustan, han influenciado mucho a la música shibuya. Ping pong basado en un tema de Burt Bacarah es uno de mis favoritos.
La música de Soy un Caballo es muy ambiental, recuerda en eso a Air. Yo creo que te gustara.
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