El 3 de abril fui al Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid, y a los primeros que vi actuar fueron Kissogram, un dúo berlinés formado por el cantante Jonas Poppe y Sebastian Dassé a los teclados, que a pesar de que son poco conocidos fueron perfectos para caldear el ambiente con su sesión de electropop.
Después salieron Mando Diao, la banda sueca de rock que está presentando su último disco "Give Me Fire", que se editó el 17 de marzo y es el quinto de su carrera, y que contiene ritmos mas bailables, alejandose de su estilo garage rock, como el primer single "Dance with Somebody" que puso a todo el pabellón a bailar.
Y por fin llegó el momento de disfrutar con Franz Ferdinand, la banda escocesa con Alex Kapranos al frente, que salió al escenario preguntando "¿Os gusta bailar?" y comenzaron con toda la batería de hits que consiguieron con sus primeros dos discos. No había lugar para la sorpresas, tenían que sonar "Walk Away", "Take Me Out", "Michael", "The Dark of the Matine", "Outsiders", "Tell Her Tonight" y "The Fallen" que fue la que se desató la locura. Desde la grada el suelo del Palacio se veía como una continua marea que no paraba de agitarse, mientras el suelo temblaba al ritmo de las canciones.
También hubo tiempo para pegar un buen repaso a "Tonight: Franz Ferdinand", su último disco, que en directo funciona muy bien. La primera en aparecer fue su reciente single "No You Girls" y por supuesto reservaron un momento privilegiado para la discotequera "Ulysses".
Lo que les hace diferentes, además de su impecable interpretación y de sus buenas canciones, es el modo en que las tocan y el saber estar que tienen sobre el escenario, cómo transmiten para conseguir hacer bailar hasta el más aburrido, y disfrutar viendo como ellos disfrutan.
Llevaban una puesta en escena sencilla, sin grandes montajes ni efectos visuales, solo unas proyecciones en una pantalla gigante tras ellos, y no les hace falta mas, porque con su sonido y sus canciones les sobra para encandilar al público. Durante la hora y media que duró el concierto nadie dejó de saltar y bailar al ritmo de sus canciones.
Después de esta experiencia me fui a casa con la sensación de que sigue valiendo la pena ir a un concierto de Franz Ferdinand.
El noir con sabor a fresa de Desire encandila a Barcelona
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Desde 2011 ha sido imposible referirse al tipo de synth-pop nocturno que
imagina largos viajes en coche y paisajes de luces de neón sin mencionar la
pala...
Hace 42 minutos
8 comentarios:
Que pasada cuanta gente y todos pasandoselo en grande!!! tu conclusión me encantó, sigue valiendo la pena ver estas bandas que nunca defraudan!!!
Besitos!!!
Desde arriba era alucinante ver la cantidad de gente que había, y todos bailando y disfrutando.
Con Franz Ferdinand es de los conciertos que mas he disfrutado, así que siempre que vuelven y tengo ocasión, intento no perdérmelos.
Besitos!!
Que bien. Tocaron Kissogram??? Me encantan, son de esos grupos que no conoce casi nadie y tienen un par de discazos chulisimos.
Les conoces? Yo no los había oído nunca, y tienes razón, por allí nadie sabia nada de ellos. Y son muy buenos, me gustaron.
Creo que lo mejor que tienen es su capacidad de transmitir ENERGIA. Son muy buenos haciéndolo. La gente lo sabe y se deja hacer, conducir y llevar.
Tienes razón, una energía brutal, que hace no puedas dejar de moverte desde el minuto uno, en cuanto suena el primer acorde de guitarra.
Uhmmm por lo que veo el concierto fatal, asi me gusta... Y no acepto contradicciones, ehhh!
Desastroso! Con ganas de irme a casa desde que comenzó!! :-D
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