Londres (V)

Pasada la torre llegué hasta el Tower Bridge, el puente que se terminó en 1894, espectacular muestra de la ingeniería victoriana, y que se convirtió en símbolo de la ciudad. Cruzándolo pasé a la otra orilla del Támesis.


Desde esa orilla se puede apreciar el skyline de la City, donde destaca el edificio Gherkin, obra del arquitecto Norman Foster, que se concluyó el año 2004, y que es conocido popularmente como "El Pepino".


Junto al Tower Bridge se encuentra el Mayor's Office, las oficinas del alcalde de Londres, obra también de Foster e inaugurado el 2002; y el H.M.S. Belfast, uno de los dos barcos que formaban la clase crucero de la Royal Navy, y que ahora es un barco museo.


Seguí caminando por Southwark y vi a mas grupos de gente tomándose unas pintas en las puertas de los pubs.


Por esa orilla del Támesis hay unos mercados y unos pasajes que recuerdan a las antiguas películas que se han localizado en Londres, solo faltaba un poco de niebla para imaginar por allí a Sherlock Holmes o Jack el Destripador. Y en un pequeño muelle tiene The Golden Hinde, una reconstrucción del galeón de Francis Drake, del que ellos están muy orgullosos, pero que a los españoles creo que no nos mola nada, historias de enfrentamientos y desencuentros del pasado.


Luego llegué al Shakespeare's Globe, reconstrucción del teatro original donde se representaban las obras de Shakespeare respetando las formas de la antigua construcción. Se abrió en 1997 a 200 metros de donde se encontraba el original, que se destruyo en un incendio en 1613.


Y junto a él, la Tate Modern, el nuevo museo británico de arte contemporáneo. Se encuentra en la antigua central eléctrica de Bankside que fue originalmente diseñada por Sir Giles Gilbert Scott. La central eléctrica fue cerrada en 1981 y el edificio fue reconvertido por los arquitectos suizos Herzog y de Meuron, reabriendose el año 2000.
Es alucinante su colección de arte moderno, otro sitio donde uno se puede pasar un día completo.